Diario de viaje - San Miguel del Monte

Hola, hoy quiero contarles sobre el viaje que hicimos con Julián en febrero, ya se los había comentado acá. Pero quería contarles más en detalle las actividades y acerca de la ciudad, espero que les interese 😊

A principio de mes Julián me dijo que no quería hacer un viaje, así que planeamos una salida a la laguna de San Miguel del Monte. Yo estaba super emocionada porque necesitaba estar en contacto con la naturaleza y cambiar un poco de aire después de lo mal que lo habíamos pasamos en enero.

El día anterior me la pasé cocinando porque íbamos a pasar todo el día allá, así que necesitábamos bastante comida jaja. 

Así que nos levantamos temprano, con toda la emoción. Mientras nos preparábamos para salir Julián dice uh me parece que este año no pagué la patente 😱 Como loca me puse a buscar el papel, después me avivé que tampoco teníamos en comprobante del seguro, ese sí estaba pago, pero no teníamos el papel. De tanto buscar encontré el papel del seguro, Julián llamó a la madre a ver si la factura de la patente llegó a la casa de ella en lugar de la nuestra, pero no. Misterio total con ese papel. Ahí Julián dijo bueno voy a llamar a ARBA a ver qué onda. Así nos enteramos que por cuestiones burocráticas que no vienen al caso, la patente estaba paga hasta abril, por eso nunca llegó la factura. A todo esto nos habíamos atrasado un montón, ya no era tan temprano.

Bueno, ya más tranquilos agarramos todos los bártulos y nos fuimos al auto. Acomodamos todo, pero el auto no arrancaba, no arrancaba. Yo decía no puede ser, encima el día está hermoso. Hubo que llamar al S.O.S., yo quería quedarme ahí, no quería subir al departamento. Además imagínense, volver con la mochila que pesaba una tonelada, la heladerita portátil que también pesaba una tonelada...

Resulto ser que el S.O.S. iba a tardar una hora y media en llegar, ahí dije bueh, ya está, se cancela la salida, se pudrió todo. Ahí sí, volví a casa, guardé todo en la heladera y me puse a mirar la tele. Al rato me llama Julián, que se había quedado en el auto, esperando, y me avisó que era la batería del auto, que se iba a quedar ahí un rato y después iba a llevar el auto a que lo revisen. Ahí dije bueno, me acuesto a dormir una siesta, total ya fue la salida. Todo mal, porque estaba re entusiasmada.

Al rato largo, ya me había dormido jaja, Julián me llama y me dice ya está, ¿queres que vayamos igual? Obvio. Me levanté como si me hubiese impulsado un resorte y volví a guardar todo en la heladerita. Ahí sí, nos fuimos a San Miguel del Monte, ya para eso era mediodía, por suerte llegamos rápido, porque no está tan lejos, desde Buenos Aires son 110 Km, se llega por la autopista Ezeiza-Cañuelas, que es muy tranquila, casi no hay tránsito, y a los costados hay paisajes lindos para mirar, sobre todo si van de copiloto jaja.

Ya estaba tranquila y feliz jaja. La laguna es enooorme, vimos un montón de aves raras, había algunos que parecían gaviotas, pero más chicos, que cazaban peces, pasaban a cada rato. También vimos una lechucita entre otras. Ese día que fuimos casi no había gente, así que estaba muy tranquilo, pura paz. Hagan clic en las fotos para verlas más grandes 😊

Hay baños públicos, que con bastante feos, como casi todos los baños públicos, pero bueno, peor es nada. También hay muchos campings, algunos parecían pertenecer a algún sindicato de trabajadores, otros parecían abiertos al público. Supongo que en verano se llena de gente, ya que está permitido pescar y bañarse en la laguna.

Estábamos sentados abajo de un árbol, muy panchos, y en eso Julián me dice ¿Y si vamos a Tandil? Me quedé tipo ¿El qué? Jajaja [mi mamá siempre dice el qué, y me causa mucha gracia]. Lo charlamos un rato, sacamos cuentas y vimos que íbamos a llegar a la noche, pero igual fuimos.

Quizás ustedes se estén preguntando, ¿qué onda con la ropa? Bueno, la noche anterior, mientras armaba la mochila, Julián me dice, llevate ropa por las dudas que nos tengamos que quedar allá. Yo dije, pero si volvemos el mismo día, además no estamos tan lejos como para quedarnos allá. Igual guardé ropa, pero tenía mis dudas, de todas formas como soy media lenta, nunca sospeché nada jaja.

Fuente

Así que la cosa fue que nos fuimos a Tandil, yo estaba re emocionada, el camino por la ruta fue re lindo. el atardecer visto desde el campo es hermoso 💛 Llegamos allá de noche, muy rápido buscamos un hotel y salimos a comprar comida. Fue gracioso, porque en la calle no había nadie, después de todo lo que nos había pasado a la mañana, ver que la ciudad estaba vacía fue bastante decepcionante, además el hotel donde nos quedamos no era muy lindo. Toda esa situación parecía sacada de una película berreta, hay una de Selena Gomez que se va de viaje y le pasa de todo. Algo así.

De todos modos, después de viajar tantas horas estábamos cansados, así que cenamos, planificamos lo que sería el día siguiente y nos fuimos a dormir.

Al otro día nos levantamos muy temprano y empezamos con las excursiones. 

Como este post quedó muy largo y todavía tengo más cosas para contar, voy a dividirlo en dos partes. Acá concluye esta primera parte y el martes publico la segunda y última parte.

Espero que no se hayan aburrido. Traté de hacerlo simple. Soy pésima contando historias, ya sea de forma escrita u oral, puse mucho esfuerzo, créanme jaja. 

¿Alguna vez les pasó de todo en un solo día? ¿Conocen la laguna? Cuéntenme lo que quieran 😊

Nos vemos la próxima.

Tattu 🌄